Reparación o reemplazo de componentes: Sustitución de piezas defectuosas, reparación de daños, o ajuste de parámetros para restablecer el funcionamiento.

Pruebas de funcionamiento: Verificar que el equipo ha vuelto a operar correctamente después de la intervención.

Limpieza y lubricación: Mantenimiento regular de los componentes para evitar la acumulación de suciedad y garantizar el funcionamiento suave y la reducción de la fricción.

Documentación: Registrar la falla, las acciones tomadas y los materiales utilizados para futuras referencias.

Limpieza y lubricación: Mantenimiento regular de los componentes para evitar la acumulación de suciedad y garantizar el funcionamiento suave y la reducción de la fricción.

Ajuste: Realizar ajustes necesarios en la maquinaria y asegurar que operen dentro de los parámetros óptimos.

Reemplazo programado de piezas: Sustitución de componentes que tienen una vida útil definida (correas, filtros, rodamientos, etc.) incluso antes de que fallen.

Análisis de fluidos: Monitoreo de la calidad y el nivel de aceites, refrigerantes y otros fluidos para detectar contaminantes o degradación.

Pruebas de rendimiento: Realizar pruebas para evaluar la eficiencia y el estado general de los equipos.

Documentación y análisis de datos: Mantener registros detallados de todas las actividades de mantenimiento para identificar patrones y optimizar futuros planes.